Fundamentalmente en el esquema de trabajo, se tuvo en cuenta que las violencias psicológicas o económicas, que no son tan perceptibles, son igualmente peligrosas.
Entendiendo la complejidad de esta problemática, la Provincia puso en marcha el protocolo “Primeras horas”, para abordar cada situación de manera interdisciplinaria e interinstitucional.
“Nos ponemos de acuerdo entre las instituciones, que abordamos la denominada ruta crítica, e intervenimos Provincia, Municipios, Salud, Comisarías de la familia y las casas refugios”, explicó la Subsecretaria de Atención Integral a las personas víctimas de violencia, Amanda Almirón, tras reunirse con los equipos que llevan adelante el nuevo protocolo.
Explicó que “se activa a partir del 911, por demanda espontánea o, en ocasiones, por situaciones que se dan en centros de salud. A partir de ahí se convoca a los equipos, para contener y acompañar a la persona”.
Del mismo modo, Almirón destacó que se aplican “dos ejes fundamentales en las intervenciones: por un lado adaptar la estrategia de intervención a la situación, y por otro la interacción directa con la persona que está atravesando por una situación de violencia”.
En ese sentido, argumentó que “las violencias por razones de géneros son momentos y situaciones particulares de la vida de las cuales se puede salir” y alentó a quienes estén atravesando esa realidad “a llamar al 911 o al 144, o acercarse a los distintos SAT de la provincia”.
“Seguimos trabajando en la detección de alertas tempranas en las violencias y en un sistema que ponga el foco en pensar cómo salir de estas situaciones, porque se puede”, concluyó Almirón.