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Reintroducen nuevos ejemplares de anfibios endémicos en Chipauquil
La iniciativa busca reconocer y conservar los ambientes en los que habitan la Ranita de Valcheta y la Ranita de Somuncura; y de una especie de pez (Mojarra Desnuda) amenazados por los diversos disturbios naturales y antrópicos.
Fecha: 20 de abril de 2018
En este caso, se trató de la segunda reintroducción de ejemplares de Ranita de Valcheta en las nacientes de agua que dan vida al arroyo Valcheta, en el marco del “Proyecto de Conservación Meseta Salvaje”.
De la actividad participó la secretaria de Ambiente y Desarrollo Sustentable, Dina Migani, junto a integrantes del cuerpo de Guardas Ambientales del Área Natural Protegida Meseta de Somuncura, Seccional Chipauquil.
El proyecto es llevado adelante por el Federico Kacoliris y su equipo de investigadores de la Universidad Nacional de La Plata (UNLP) – CONICET desde 2014.
Para dar inicio con la cría de ejemplares de la especie en las instalaciones de un laboratorio de la UNLP, en 2015 se procedió a trasladar un total de 40 individuos (20 machos y 20 hembras) del arroyo hacia las instalaciones debidamente estudiadas y acondicionadas con la finalidad de brindar la comodidad necesaria para lograr su adaptación a este medio.
La Ranita de Valcheta es una especie micro-endémica del arroyo homónimo. Habita exclusivamente en manantiales de filtración de aguas termales entre los 500 y 800 m.s.n.m. Es una especie de hábitos mayormente acuáticos y se la puede encontrar bajo las piedras o sumergidas debajo de masas flotantes de musgos.
El Área Natural Protegida Meseta de Somuncura fue creada con el objetivo de conservar los ambientes del Monte, de la Estepa Patagónica y su Zona Ecotonal, las que cuentan con importantes endemismos en flora y fauna, sitios arqueológicos y paleontológicos y diferentes modalidades de uso de la tierra, brindando oportunidades para la investigación, educación, experimentación, recreación, priorizando las actividades que tiendan a lograr un desarrollo sostenido y sustentable.
En marzo de 2017 se había realizado la primera reintroducción con la suelta de 150 ejemplares de la ranita en las inmediaciones al Destacamento Policial del lugar, y en los seguimientos correspondientes se comprobó que el éxito de supervivencia y adaptación a los cambios del ambiente fue mayor al esperado por lo que se decidió proceder con la segunda reintroducción en el ambiente natural.